10.- MANUEL RICO LARA: HERIDO DE VIDA
(Entrada dedicada a José Luís Rodríguez Sandez)
Hoy he tenido la gran alegría de que haya llegado a mis manos un nuevo libro de Manuel Rico Lara, recién acabado de publicar por la prestigiosa editorial Jirones de Azul. El libro se titula "Herido de Vida. Manuel Rico Lara" y tiene un interesante, amplio y sugestivo prólogo de Francisco Baena Bocanegra, miembro de la Real Academia Sevillana de Legislación y Jurisprudencia y famoso Abogado penalista. Esto último, tan conocido en Sevilla, nos da la clave de su presencia en el libro, puesto que no en vano fue Baena el Letrado que con éxito defendió al Magistrado en las penosas circunstancias a las que en el propio prólogo alude.
El motivo de mi alegría es doble: se debe en buena parte al apoyo que le pude prestar a la gestión del libro desde la presidencia del Ateneo que entonces desempeñaba y en la que cesé al poco tiempo después de diez dilatados años de su ejercicio.; y también al hecho de que fuese a mí mismo a quien se le ocurrió el nombre del prologuista y lo gestionara en su momento.
Del prólogo de Baena poco debo decir, puesto que habla básicamente de algo en lo que el propio Magistrado no ha querido extenderse más allá de proclamar su dolor. “Lo hace por mi – escribe- Francisco Baena, abogado prestigioso, defensor elocuente, tenaz, luchador, conocedor de mi trayectoria profesional desde hace décadas”. Dejemos, pues, al Letrado hablar del hombre, de su sufrimiento y de su dignidad.
El libro de Rico Lara es una memoria emocionada de muchos datos de su propia biografía, de muchos años de servicio a la judicatura, de muchos destinos servidos con ilusión y eficacia, de muchos viajes realizados, de muchos esfuerzos en favor de causas nobles y justas. También contiene una sugestiva antología de textos del autor, escritos en diversos momentos y medios. Estoy seguro de que la obra tendrá el éxito que sus autores, el del libro y el del prólogo, y su cuidada edición merecen. Su publicación hace justicia, aclara situaciones y contribuye a definir mejor la excepcional trayectoria humana y profesional de quien Francisco Correal definió no hace mucho como “el Juez justo”.
“Mi ideario vuelve la mirada a esa España que, desde las cortes gaditanas, se instala precariamente en el siglo XIX…”, escribe Rico Lara. Pues bien, de alguna manera aquellos “sentimientos profundos de Libertad y de Justicia, tantas veces heridos de muerte…”, estaban también en el ideario que, de la mano de Manuel Sales y Ferré, impulsaron el nacimiento del Ateneo de Sevilla.
De ahí que cuando tuve la ocasión de apoyar el libro, no lo dudara; y era porque el pensamiento y la obra de Manuel Rico Lara y los principios institucionales del Ateneo tienen mucho en común.
Agradezco al autor que me dedique sus comentarios al libro de mi amigo Manolo Rico, juez, escritor, profesor, orador, pintor, gran conversador, incansable paseante (rural y urbano), ilustrado, docto en varias materias e interesado en y atento a muchas otras. También tiene defectos, claro: no le gusta prestar libros, por ejemplo. Hace años, un día me llevé un libro de su casa, no dijo nada, pero a los pocos días recibí por correo fotocopia de un artículo suyo en la prensa (La voz de Huelva, 19 julio 1995)que titulaba "No prestes tu libro", en el que argumentaba contra lo que consideraba un abandono negligente de algo que, después de leído, es parte de nuestra vida. El final del artículo merece la pena quer se cite: "Ante la tentación de prestar un libro, hay que reaccionar, sustituyendo una aparente liberalidad con la compra de otro ejemplar y su donación -ésta ya sin retorno- a quien sepa acogerlo como el más sensible gesto de comunicación y de amistad". Tengo que confesar que son muchos los libros que desde entonces he recibido de su generosidad.
ResponderEliminarMi enhorabuena a Enrique por su blog y a Manolo por su libro. Espero seguir leyéndolos a ambos. José Luis
Gracias, Jose Luis, por tu respuesta y por tus elogios del amigo común. Te dediqué la entrada porque tuve la gran suerte de conocer a Manolo Rico por tu mediación, puesto que fuiste tú quien lo llevó al Ateneo.
ResponderEliminarLo de los libros prestados me ha hecho gracia. Ya conoces mi obsesión por cuanto se refiere a José María Izquierdo. Pues bien, también él se ocupó del "prestamo" de libros en el epigrafe "Aunque uno no sea bibliófilo" de "Por la parábola de la vida" (páginas 75-78. Merece la pena que lo leas. Te hará gracia.